LA ARQUEOLOGÍA:
La arqueología (del griego «ἀρχαίος» archaios,
viejo o antiguo, y «λόγος» logos,
ciencia o estudio) es una ciencia que estudia los
cambios que se producen en sociedades antiguas, a
través de restos materiales distribuidos en el espacio y contenidos en el
tiempo.
La mayoría de los primeros arqueólogos, que aplicaron la nueva
disciplina a los estudios de los anticuarios, definieron la arqueología como el
«estudio sistemático de restos materiales de la vida humana ya desaparecida». Otros
arqueólogos enfatizaron aspectos psicológico-conductistas y definieron la arqueología como «la reconstrucción
de la vida de los pueblos antiguos». En Estados Unidos e Inglaterra, la
arqueología ha estado considerada siempre como una disciplina perteneciente a
la antropología mientras que
ésta se centra en el estudio de las culturas humanas, la arqueología se dedica
al estudio de las manifestaciones materiales de éstas. De este modo, en tanto
que las antiguas generaciones de arqueólogos estudiaban un antiguo instrumento
de cerámica como un elemento cronológico que ayudaría a ponerle una fecha a la
cultura que era objeto de estudio, o simplemente como un objeto con un cierto
valor estético, los antropólogos verían el mismo objeto como un instrumento que
les serviría para comprender el pensamiento, los valores y la cultura de quien
lo fabricó. Sin embargo, en la mayoría de los países, la arqueología ha estado
más unida al estudio de la historia; en un principio como ciencia auxiliar de
la historia del arte, y luego de la historiografía en general.
Su principal objetivo es el estudio de los cambios en la organización
social, así como la diversidad del comportamiento humano (económico, político,
ideológico) en el pasado. Esto normalmente se logra a través del estudio de
restos materiales en contextos espaciales y temporales definidos. Es por este
motivo que la arqueología tiene, en primer lugar, un particular interés en la
definición clara de secuencias temporales (divisiones diacrónicas), que se
concretan en periodos; aunque hay arqueólogos que tienden a especializarse en
un periodo, también prestan atención a sucesos previos y posteriores a ese
periodo; a este patrón constituye una excepción la arqueología urbana, donde no resulta posible establecer divisiones temporales o
diacrónicas. En segundo lugar, la arqueología centra su atención en marcos
espaciales concretos (divisiones sincrónicas) tales como «regiones» o unidades
políticas, «sub-regiones» o comunidades, y «áreas locales-yacimientos» o
unidades domésticas y sus restos asociados (lugares de actividad, tumbas, entre
otros). A diferencia de la Historia, secuencias temporales profundas y
diversidad de espacios la proveen de variadas y complementarias escalas de
análisis, rasgos únicos que le permiten reconstruir y dar explicaciones acerca
de los cambios sociales y la diversidad de la organización social humana.
La investigación arqueológica ha estado relacionada fundamentalmente a
la Prehistoria y a la Antigüedad; sin embargo, durante las últimas décadas la
metodología arqueológica se ha aplicado a etapas más recientes, como la Edad
Media (arqueología medieval), la Edad Moderna (arqueología
postmedieval) o el periodo industrial. En la actualidad, los
arqueólogos dedican ocasionalmente su atención a materiales actuales,
investigan residuos urbanos, con lo que está naciendo la denominada arqueología industrial.
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